El proyecto Broadacre City



La idea de Broadacre City fue desarrollada en la cumbre de la carrera profesional de Wright y durante sus años de madurez. El primer tratado en el que publicó esa idea fue en The Disappearing City (de 1932), en el que exponía la falta de descentralización y la necesidad de mudarse de las ciudades abarrotadas y contaminadas al paisaje campestre. En 1945 revisó dicho tratado y se pasó a llamar When Democracy Builds, ilustrado con fotografías de dicha maqueta y de otras secundarias. La revisión final fue publicada bajo el título de The Living City, en 1958, en el que aparecían dibujos en perspectiva de una “ciudad” hipotética emplazada en un paisaje de colinas ondulantes, extensas praderas, lagos y ríos.



El descontento de Wright con la ciudad surgió durante los años de la Gran Depresión, como resultado del crack de 1929. Vio en la centralización de las ciudades un exceso de construcción que minoraba la calidad de vida. Se burlaba de la idea de que un hombre eligiese dejar las oportunidades que ofrecía el campo para vivir en los confines de una ciudad superpoblada. Su estancia en Los Ángeles agudizó su atención. Allí, los constructores desaprovechaban los espacios abiertos con extensas viviendas, por lo que Wright experimentó los grandes problemas de tráfico generados por los automóviles. Él ya había observado que el tráfico aumentaba más en las zonas periféricas que en el núcleo central. Fue también testigo de la emigración de los negocios fuera de este núcleo urbano y de los edificios relacionados con el automóvil.
Respecto a la densidad, Wright recomendaba un acre de terreno para cada familia. Era el origen de “Broadacre City”, aunque por entonces no se llamase así.

[“broad” significa extenso, amplio y 1 acre equivale a 4046,85642 m2]



En The Disappearing City proyecta más detalladamente el tipo de urbe que concebía condenando a las ciudades convencionales. Preveía un modelo más natural, buscando espaciosidad, luminosidad, apertura, amplitud y fuerza. Creía que el éxito del individuo descansa en una mayor libertad de movimiento, sugiriendo esta posibilidad gracias al avance de las telecomunicaciones, las tecnologías, los medios de transporte y las autopistas.
Así, las fuerzas que transformarían la ciudad occidental serían:

  • La electrificación (anulación de distancia gracias a la comunicación y la iluminación constante de la ocupación humana).
  • La movilización mecánica (la invención del avión y del automóvil).
  • La arquitectura orgánica (creación económica de forma construida y espacio de acuerdo con los principios latentes de la naturaleza).
  • Las nuevas comunicaciones (radio, telégrafo, teléfono, etc…).



Wright denominó a esta nueva ciudad “Broadacre City”, porque se basaba en la cantidad mínima de un acre de terreno para cada familia. El gentilicio asociado sería el de “usonianos”, derivado de “Usonia” (el acrónimo de EE.UU). Broadacre City anulaba la distinción entre ciudad y campo mediante una distribución más equitativa de la población sobre el terreno.


Imagine autopistas con espaciosos paisajes… gigantescas carreteras, gran arquitectura por sí mismas, pasando por estaciones de servicio, ya no monstruosidades, expandidas para incluir todo tipo de servicios y confort. Se unen y se separan –separan y unen la serie de unidades diversificadas, granjas, factorías, mercados próximos a la autopista, escuelas para niños, viviendas (cada una en su acre de terreno individualmente adornado y cultivado), lugares para el ocio y la diversión. Todas estas unidades así dispuestas e integradas para que cada ciudadano del futuro disfrute de todos los modos de producción, distribución, desarrollo personal y diversión, dentro de un radio de 150 millas desde su hogar ahora rápida y fácilmente accesible por medio de su coche o avión. Esta totalidad integral compone la gran ciudad que veo abarcando todo este país – la ciudad Broadacre del mañana.

WRIGHT, The Disappearing City, cita, p. 44.




La autopista como agente positivo de la descentralización, se transformó en símbolo e hilo conductor de la libertad humana.

 

Wright esperaba que las pequeñas oficinas de profesionales se situasen cerca de los hogares o incluso dentro de las propias viviendas. Por lo tanto, la vía de intercambio comercial sería de mano a mano y de granja a familia o familia a fábrica. Los servicios fiscales y públicos se localizarían cerca de los organismos y funciones de los condados.


Con la ayuda económica de su cliente Edgar J. Kaufmann decidió materializar de manera más minuciosa su proyecto construyendo una maqueta de Broadacre City en un emplazamiento imaginario con una extensión de 6000 km2.
El terreno genérico que Wright imaginó era esencialmente llano, a excepción de una zona accidentada. Una amplia gama de servicios se extendían con cierta regularidad, ordenados por un trazado ortogonal de carreteras. La arteria principal la ocupaban trenes monorraíl de alta velocidad en el centro, con tráfico pesado en los carriles inferiores y tráfico automovilístico por arriba. Los “aerotores” y “taxi copters” (términos de Wright para designar una especie de helicópteros que no necesitaba campos de aterrizaje) reemplazarían a los aviones. También diseñó una especie de coches de dos ruedas y los “atomic barges” (hoteles y restaurantes flotantes).







Dentro de esa zona de 6000 km2 se ubicarían 1400 familias, cada una con una media de cinco miembros. Predominaban las pequeñas granjas, con las viviendas integradas junto a las estructuras de servicios, seguidas muy de cerca por pequeñas fábricas con viviendas en la planta superior. En esta utopía la propiedad privada de la tierra sería redistribuida, la renta eliminada y cada familia tendría no sólo un acre de terreno sino al menos un automóvil. Se diseñarían nuevos mecanismos de crédito social, eliminando aquellos basados en el interés. La productividad individual sería enfatizada, mientras que los aspectos de control del gran negocio serían minimizados.
Arquitectónicamente, los edificios serían diseñados basándose en una “arquitectura orgánica”, que reflejaría la individualidad de la población, uno de los objetivos que Wright esperaba alcanzar. Abogó por el uso de materiales más modernos como el vidrio y el acero, que soportan las inclemencias meteorológicas pero permiten que la naturaleza y el hombre entablen una relación dinámica.
Gran parte de los edificios realizados por Wright fueron incluidos en el proyecto Broadacre: la Millard House, la Casa de la Cascada, el Johnson Wax Company Administration Building, la Price Tower o el edificio helicoidal para el Museo Solomon R. Guggenheim, entre otros.
Estos proyectos se agrupan a partir de las funciones para las que fueron concebidos: “edificios para el trabajo” en los que se replantean los espacios donde se desarrolla el trabajo moderno; “edificios para el comercio” entre los que se incluyen, tiendas, bancos, estaciones de servicio, garajes y mercados al aire libre; “edificios conmemorativos y de culto” diseñados como espacios de congregación y fuentes de espiritualidad para la comunidad; “edificios para la enseñanza” escuelas y universidades abiertas a la naturaleza con espacios que permitieran el desarrollo de la creatividad; “edificios para las artes” entre los que se encuentran teatros, museos y construcciones polivalentes que permiten la celebración de distintas manifestaciones artísticas; “edificios para el ocio” planeados para aprovechar las ventajas que ofrecía el entorno natural, “edificios para la comunidad” donde se concentran los servicios ciudadanos necesarios para el autogobierno local de las poblaciones; “edificios de viviendas individuales” en los que procuró armonizar el diseño y los materiales con el entorno en el que estaban situados; y “edificios de viviendas colectivas” entre los que están representados algunos de los bloques de apartamentos que Wright situaba preferentemente en espacios abiertos al paisaje y hoteles para alojamientos temporales.

 

Wright caracterizó Broadacre City como ciudad viviente, que se encuentra cambiando y evolucionando constantemente. Llena de ejemplos de su propia arquitectura y declaraciones de principios, es concebida para corroborar su ideal de arquitectura orgánica, cuyo objetivo es sostener el principio de libertad personal. Es a su ideal de república capitalista orgánica al que Wright llama Broadacre City: la ciudad que es una nación basada en el sentido común.

Enlace: VÍDEO DE LA CIUDAD VIVIENTE

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