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AVISO URGENTE

ATENCION AL MIERCOLES 24: INSTRUCCIONES
Buenas noches
Frank Lloyd Wright (1867–1959) nació en el Wisconsin rural en 1867.
Con diecinueve años, Wright dejó la Universidad de Wisconsin al cabo de tan sólo dos trimestres y se trasladó a Chicago en busca de trabajo en el mundo de la arquitectura. En pocos meses, fue contratado por la firma Adler y Sullivan, donde trabajó durante seis años como jefe de delineantes para Louis Sullivan. En 1893, tras un altercado con éste, Wright abrió su propio estudio.


En una década, había transformado el diseño residencial americano, creando lo que llegó a conocerse como “estilo Pradera”. Se alejó decididamente de los modelos europeos que habían marcado tendencias hasta entonces y, para ello, redujo las alturas totales y deshizo las habituales estancias victorianas con forma de caja eliminando tabiques interiores innecesarios e introduciendo espacios interiores abiertos y paredes de vidrio artístico que bautizó como “mamparas".

A finales de 1909 se marchó a Europa. Tras su vuelta a Estados Unidos en 1911, Wright comenzó a construir Taliesin, cerca de Spring Green, Wisconsin. Más tarde, abandonó la casa durante una década para partir a Japón y California atendiendo importantes encargos arquitectónicos.

Tras su regreso de Japón en 1922, los siguientes doce años de la vida de Wright supusieron un reto tanto personal como profesional pero resultaron catastróficos desde el punto de vista económico. Pero aunque sólo un puñado de proyectos llegaron a realizarse, fue una época de gran innovación en el diseño por parte del Wright, que combinó una experimentación innovadora con nuevas tecnologías y geometrías insólitas.

A lo largo de su extensa carrera, Wright creó cientos de edificios gubernamentales y comerciales, hoteles, torres de apartamentos, complejos recreativos, centros religiosos, residencias para gente adinerada y para personas con ingresos más modestos, obras decorativas, piezas de mobiliario e iluminación, piezas textiles y vidrio artístico. Su prolífica obra compartía una característica: la perfecta integración de la forma y la funcionalidad y una estrecha relación con el mundo natural.

Chicago


En 1909, Daniel Burnhman diseñó un plan para Chicago que organizaba la ciudad de forma retícular. Esta reticula era más compacta en el centro de negocios y se expandía en la dirección de la vías del tren de radialmente. A medida que se alejada, la retícula se hacía más fluida y albergaba barrios residenciales lejos de la actividad financiera.


Wright no aceptó este planteamiento, ya que su ideal de ciudad era otro muy distinto...

El proyecto Broadacre City



La idea de Broadacre City fue desarrollada en la cumbre de la carrera profesional de Wright y durante sus años de madurez. El primer tratado en el que publicó esa idea fue en The Disappearing City (de 1932), en el que exponía la falta de descentralización y la necesidad de mudarse de las ciudades abarrotadas y contaminadas al paisaje campestre. En 1945 revisó dicho tratado y se pasó a llamar When Democracy Builds, ilustrado con fotografías de dicha maqueta y de otras secundarias. La revisión final fue publicada bajo el título de The Living City, en 1958, en el que aparecían dibujos en perspectiva de una “ciudad” hipotética emplazada en un paisaje de colinas ondulantes, extensas praderas, lagos y ríos.



El descontento de Wright con la ciudad surgió durante los años de la Gran Depresión, como resultado del crack de 1929. Vio en la centralización de las ciudades un exceso de construcción que minoraba la calidad de vida. Se burlaba de la idea de que un hombre eligiese dejar las oportunidades que ofrecía el campo para vivir en los confines de una ciudad superpoblada. Su estancia en Los Ángeles agudizó su atención. Allí, los constructores desaprovechaban los espacios abiertos con extensas viviendas, por lo que Wright experimentó los grandes problemas de tráfico generados por los automóviles. Él ya había observado que el tráfico aumentaba más en las zonas periféricas que en el núcleo central. Fue también testigo de la emigración de los negocios fuera de este núcleo urbano y de los edificios relacionados con el automóvil.
Respecto a la densidad, Wright recomendaba un acre de terreno para cada familia. Era el origen de “Broadacre City”, aunque por entonces no se llamase así.

[“broad” significa extenso, amplio y 1 acre equivale a 4046,85642 m2]



En The Disappearing City proyecta más detalladamente el tipo de urbe que concebía condenando a las ciudades convencionales. Preveía un modelo más natural, buscando espaciosidad, luminosidad, apertura, amplitud y fuerza. Creía que el éxito del individuo descansa en una mayor libertad de movimiento, sugiriendo esta posibilidad gracias al avance de las telecomunicaciones, las tecnologías, los medios de transporte y las autopistas.
Así, las fuerzas que transformarían la ciudad occidental serían:

  • La electrificación (anulación de distancia gracias a la comunicación y la iluminación constante de la ocupación humana).
  • La movilización mecánica (la invención del avión y del automóvil).
  • La arquitectura orgánica (creación económica de forma construida y espacio de acuerdo con los principios latentes de la naturaleza).
  • Las nuevas comunicaciones (radio, telégrafo, teléfono, etc…).



Wright denominó a esta nueva ciudad “Broadacre City”, porque se basaba en la cantidad mínima de un acre de terreno para cada familia. El gentilicio asociado sería el de “usonianos”, derivado de “Usonia” (el acrónimo de EE.UU). Broadacre City anulaba la distinción entre ciudad y campo mediante una distribución más equitativa de la población sobre el terreno.


Imagine autopistas con espaciosos paisajes… gigantescas carreteras, gran arquitectura por sí mismas, pasando por estaciones de servicio, ya no monstruosidades, expandidas para incluir todo tipo de servicios y confort. Se unen y se separan –separan y unen la serie de unidades diversificadas, granjas, factorías, mercados próximos a la autopista, escuelas para niños, viviendas (cada una en su acre de terreno individualmente adornado y cultivado), lugares para el ocio y la diversión. Todas estas unidades así dispuestas e integradas para que cada ciudadano del futuro disfrute de todos los modos de producción, distribución, desarrollo personal y diversión, dentro de un radio de 150 millas desde su hogar ahora rápida y fácilmente accesible por medio de su coche o avión. Esta totalidad integral compone la gran ciudad que veo abarcando todo este país – la ciudad Broadacre del mañana.

WRIGHT, The Disappearing City, cita, p. 44.




La autopista como agente positivo de la descentralización, se transformó en símbolo e hilo conductor de la libertad humana.

 

Wright esperaba que las pequeñas oficinas de profesionales se situasen cerca de los hogares o incluso dentro de las propias viviendas. Por lo tanto, la vía de intercambio comercial sería de mano a mano y de granja a familia o familia a fábrica. Los servicios fiscales y públicos se localizarían cerca de los organismos y funciones de los condados.


Con la ayuda económica de su cliente Edgar J. Kaufmann decidió materializar de manera más minuciosa su proyecto construyendo una maqueta de Broadacre City en un emplazamiento imaginario con una extensión de 6000 km2.
El terreno genérico que Wright imaginó era esencialmente llano, a excepción de una zona accidentada. Una amplia gama de servicios se extendían con cierta regularidad, ordenados por un trazado ortogonal de carreteras. La arteria principal la ocupaban trenes monorraíl de alta velocidad en el centro, con tráfico pesado en los carriles inferiores y tráfico automovilístico por arriba. Los “aerotores” y “taxi copters” (términos de Wright para designar una especie de helicópteros que no necesitaba campos de aterrizaje) reemplazarían a los aviones. También diseñó una especie de coches de dos ruedas y los “atomic barges” (hoteles y restaurantes flotantes).







Dentro de esa zona de 6000 km2 se ubicarían 1400 familias, cada una con una media de cinco miembros. Predominaban las pequeñas granjas, con las viviendas integradas junto a las estructuras de servicios, seguidas muy de cerca por pequeñas fábricas con viviendas en la planta superior. En esta utopía la propiedad privada de la tierra sería redistribuida, la renta eliminada y cada familia tendría no sólo un acre de terreno sino al menos un automóvil. Se diseñarían nuevos mecanismos de crédito social, eliminando aquellos basados en el interés. La productividad individual sería enfatizada, mientras que los aspectos de control del gran negocio serían minimizados.
Arquitectónicamente, los edificios serían diseñados basándose en una “arquitectura orgánica”, que reflejaría la individualidad de la población, uno de los objetivos que Wright esperaba alcanzar. Abogó por el uso de materiales más modernos como el vidrio y el acero, que soportan las inclemencias meteorológicas pero permiten que la naturaleza y el hombre entablen una relación dinámica.
Gran parte de los edificios realizados por Wright fueron incluidos en el proyecto Broadacre: la Millard House, la Casa de la Cascada, el Johnson Wax Company Administration Building, la Price Tower o el edificio helicoidal para el Museo Solomon R. Guggenheim, entre otros.
Estos proyectos se agrupan a partir de las funciones para las que fueron concebidos: “edificios para el trabajo” en los que se replantean los espacios donde se desarrolla el trabajo moderno; “edificios para el comercio” entre los que se incluyen, tiendas, bancos, estaciones de servicio, garajes y mercados al aire libre; “edificios conmemorativos y de culto” diseñados como espacios de congregación y fuentes de espiritualidad para la comunidad; “edificios para la enseñanza” escuelas y universidades abiertas a la naturaleza con espacios que permitieran el desarrollo de la creatividad; “edificios para las artes” entre los que se encuentran teatros, museos y construcciones polivalentes que permiten la celebración de distintas manifestaciones artísticas; “edificios para el ocio” planeados para aprovechar las ventajas que ofrecía el entorno natural, “edificios para la comunidad” donde se concentran los servicios ciudadanos necesarios para el autogobierno local de las poblaciones; “edificios de viviendas individuales” en los que procuró armonizar el diseño y los materiales con el entorno en el que estaban situados; y “edificios de viviendas colectivas” entre los que están representados algunos de los bloques de apartamentos que Wright situaba preferentemente en espacios abiertos al paisaje y hoteles para alojamientos temporales.

 

Wright caracterizó Broadacre City como ciudad viviente, que se encuentra cambiando y evolucionando constantemente. Llena de ejemplos de su propia arquitectura y declaraciones de principios, es concebida para corroborar su ideal de arquitectura orgánica, cuyo objetivo es sostener el principio de libertad personal. Es a su ideal de república capitalista orgánica al que Wright llama Broadacre City: la ciudad que es una nación basada en el sentido común.

Enlace: VÍDEO DE LA CIUDAD VIVIENTE

Wright y la nueva Bagdad

Wright muestra su visión ideal de la ciudad y el medio urbano por medio de sus proyectos urbanísticos, como la nunca construida "Living City", en la que arquitectura y naturaleza se integran en entornos naturales espaciosos y abiertos. También debemos tener en cuenta el proyecto que Wright llevó a cabo para la ciudad de Bagdad en 1957, uno de los últimos diseños que realizaría.

Durante el mandato del rey Faisal II, la Oficina de Desarrollo iraquí -el organismo público dedicado a la mejora de las infraestructuras, pueblos y ciudades- decidió transformar Bagdad en una urbe comparable a cualquier gran capital. Arquitectos como Le Corbusier, Frank Lloyd Wright, Alvar Aalto o Walter Gropius fueron llamados para trabajar en colaboración con profesionales iraquíes.


En un Irak que acababa de lograr un reparto más equitativo de los beneficios del petróleo (1952) y al que Occidente cortejaba receloso de la Unión Soviética, Faisal II encontró la coyuntura ideal para transformar Bagdad y equipararla a las grandes capitales europeas. Fue así como el rey decidió encargar a Frank Lloyd Wright (1867-1959) el plan de ampliación de la ciudad y convocar varios concursos internacionales para la construcción de diversos edificios e infraestructuras.


Los bocetos de Bagdad muestran la sensibilidad oriental unida a la tecnología occidental. Durante más de 60 años Wright había estudiado las tradiciones arquitectónicas, artísticas y filosóficas de Asia. Muchas de estas ideas influyeron en su concepción del total espacio y de la ciudad. Cuando utilizó el zigurat en su proyecto de Bagdad, fue tras muchos años de experimentar con esa forma para construir círculos, esferas y zigurats en una cascada de formas geométricas. Wright se inspiró, para llevar a cabo este proyecto,en el antiguo mito de Bagdad como el ombligo del universo.
Con su diseño para el edificio central de correos y telégrafos de la ciudad, Wright fusionó arquitectura regional, tradicional e innovación tecnológica. A pesar de incluir aire acondicionado, el arquitecto te propuso reducir el calor mediante métodos pasivos o naturales donde fuera posible (por ejemplo, un patio interior de estilo persa).

Como habían hecho las cultural árabes desde siempre, Wright utilizó el agua como decoración en forma de fuentes y como método de refrigeración.

El Mile High Illinois: la ciudad vertical


Como hemos descrito antes, Wright creó un nuevo modelo de ciudad, la cual se extiende sobre la superficie terrestre. Además de esta tipología de ciudad, ideó una nueva forma de entenderla y construirla. Esta es la ciudad vertical, ya pensada por Le Corbusier y otros urbanistas de la época. Esta se organizaba en un rascacielos dentro del cual existirían estancias que satisfarían todas las necesidades del hombre. De ahí surgió la torre Mile High Illinois, en Chicago, que nunca fue construida.
Cuando a Wright le pidieron que diseñara una hipotética torre de televisión de una milla (1.609 m) de altura, decidió convertir una simple antena en un edificio y propuso una estructura de 528 pisos que albergaría todas las oficinas gubernamentales del Estado de Illinois y en el que se fusionarían las funciones y actividades comerciales, gubernamentales y cívicas.
La fachada se va estrechando a medida que el edificio gana altura y las cabinas de los ascensores son exteriores de manera que las personas que suben hasta el último piso puedan contemplar el paisaje, un viaje diseñado para que dure tan sólo sesenta segundos.
Teniendo en cuenta el rechazo que Wright sentía por las ciudades densamente pobladas, puede parecer extraño que el arquitecto hubiera aceptado un proyecto que consistía en diseñar un enorme rascacielos. Pero se planteaba la idea como “un paso necesario” para la descentralización que supondría su plan de Broadacre City.



Según él mismo explicó, “La Mile High absorbería, justificaría y legitimaría el instinto gregario de la humanidad […] eliminando lo que aún subsiste del urbanismo”. Las personas que trabajen en Mile High estarán rodeadas de espacios verdes en lugar de la típica acumulación de torres y no sufrirán las consecuencias de la masificación, la contaminación y el tráfico, ya que los automóviles y los helicópteros los trasladarán fácilmente a la naturaleza.


El coloso de Wright, que refleja el afán por construir edificios cada vez más altos, ambición tan antigua como la torre de Babel, sigue siendo un reto para los arquitectos que se plantean la construcción de elevados edificios en entornos urbanos.





Como curiosidad podemos observar que el edificio más alto del mundo en la actualidad (el Burj Dubai de 818 m) se asemeja al Mile High de Wright, tanto en la concepción del edificio, que incluye viviendas, centros comerciales, hoteles ycentros de entretenimiento; como en la forma de aguja, la cual Wright consideraba la mas estable. Así mismo, el Burj Dubai contiene elementos que el arquitecto había proyectado en el Mile, como ascensores atómicos o un entorno de parques y agua.







Enlace: VÍDEO SOBRE EL MILE HIGH

El proyecto "Broadacre City"

La idea de Broadacre City fue desarrollada en la cumbre de la carrera profesional de Wright y durante sus años de madurez. El primer tratado en el que publicó esa idea fue en The Disappearing City (de 1932), en el que exponía la falta de descentralización y la necesidad de mudarse de las ciudades abarrotadas y contaminadas al paisaje campestre. En 1945 revisó dicho tratado y se pasó a llamar When Democracy Builds, ilustrado con fotografías de dicha maqueta y de otras secundarias. La revisión final fue publicada bajo el título de The Living City, en 1958, en el que aparecían dibujos en perspectiva de una “ciudad” hipotética emplazada en un paisaje de colinas ondulantes, extensas praderas, lagos y ríos.


El descontento de Wright con la ciudad surgió durante los años de la Gran Depresión, como resultado del crack de 1929. Vio en la centralización de las ciudades un exceso de construcción que minoraba la calidad de vida. Se burlaba de la idea de que un hombre eligiese dejar las oportunidades que ofrecía el campo para vivir en los confines de una ciudad superpoblada. Su estancia en Los Ángeles agudizó su atención. Allí, los constructores desaprovechaban los espacios abiertos con extensas viviendas, por lo que Wright experimentó los grandes problemas de tráfico generados por los automóviles. Él ya había observado que el tráfico aumentaba más en las zonas periféricas que en el núcleo central. Fue también testigo de la emigración de los negocios fuera de este núcleo urbano y de los edificios relacionados con el automóvil.
Respecto a la densidad, Wright recomendaba un acre de terreno para cada familia. Era el origen de “Broadacre City”, aunque por entonces no se llamase así.
[“broad” significa extenso, amplio y 1 acre equivale a 4046,85642 m2]


En The Disappearing City proyecta más detalladamente el tipo de urbe que concebía condenando a las ciudades convencionales. Preveía un modelo más natural, buscando espaciosidad, luminosidad, apertura, amplitud y fuerza. Creía que el éxito del individuo descansa en una mayor libertad de movimiento, sugiriendo esta posibilidad gracias al avance de las telecomunicaciones, las tecnologías, los medios de transporte y las autopistas.
Así, las fuerzas que transformarían la ciudad occidental serían:
— La electrificación (anulación de distancia gracias a la comunicación y la iluminación constante de la ocupación humana).
— La movilización mecánica (la invención del avión y del automóvil).
— La arquitectura orgánica (creación económica de forma construida y espacio de acuerdo con los principios latentes de la naturaleza).
— Las nuevas comunicaciones (radio, telégrafo, teléfono, etc…).


Wright denominó a esta nueva ciudad “Broadacre City”, porque se basaba en la cantidad mínima de un acre de terreno para cada familia. El gentilicio asociado sería el de “usonianos”, derivado de “Usonia” (el acrónimo de EE.UU). Broadacre City anulaba la distinción entre ciudad y campo mediante una distribución más equitativa de la población sobre el terreno.

Imagine autopistas con espaciosos paisajes… gigantescas carreteras, gran arquitectura por sí mismas, pasando por estaciones de servicio, ya no monstruosidades, expandidas para incluir todo tipo de servicios y confort. Se unen y se separan –separan y unen la serie de unidades diversificadas, granjas, factorías, mercados próximos a la autopista, escuelas para niños, viviendas (cada una en su acre de terreno individualmente adornado y cultivado), lugares para el ocio y la diversión. Todas estas unidades así dispuestas e integradas para que cada ciudadano del futuro disfrute de todos los modos de producción, distribución, desarrollo personal y diversión, dentro de un radio de 150 millas desde su hogar ahora rápida y fácilmente accesible por medio de su coche o avión. Esta totalidad integral compone la gran ciudad que veo abarcando todo este país – la ciudad Broadacre del mañana.
WRIGHT, The Disappearing City, cita, p. 44.

La autopista como agente positivo de la descentralización, se transformó en símbolo e hilo conductor de la libertad humana.


Wright esperaba que las pequeñas oficinas de profesionales se situasen cerca de los hogares o incluso dentro de las propias viviendas. Por lo tanto, la vía de intercambio comercial sería de mano a mano y de granja a familia o familia a fábrica. Los servicios fiscales y públicos se localizarían cerca de los organismos y funciones de los condados.


Con la ayuda económica de su cliente Edgar J. Kaufmann decidió materializar de manera más minuciosa su proyecto construyendo una maqueta de Broadacre City en un emplazamiento imaginario con una extensión de 6000 km2.
El terreno genérico que Wright imaginó era esencialmente llano, a excepción de una zona accidentada. Una amplia gama de servicios se extendían con cierta regularidad, ordenados por un trazado ortogonal de carreteras. La arteria principal la ocupaban trenes monorraíl de alta velocidad en el centro, con tráfico pesado en los carriles inferiores y tráfico automovilístico por arriba. Los “aerotores” y “taxi copters” (términos de Wright para designar una especie de helicópteros que no necesitaba campos de aterrizaje) reemplazarían a los aviones. También diseñó una especie de coches de dos ruedas y los “atomic barges” (hoteles y restaurantes flotantes).
Dentro de esaa zona de 6000 km2 se ubicarían 1400 familias, cada una con una media de cinco miembros. Predominaban las pequeñas granjas, con las viviendas integradas junto a las estructuras de servicios, seguidas muy de cerca por pequeñas fábricas con viviendas en la planta superior. En esta utopía la propiedad privada de la tierra sería redistribuida, la renta eliminada y cada familia tendría no sólo un acre de terreno sino al menos un automóvil. Se diseñarían nuevos mecanismos de crédito social, eliminando aquellos basados en el interés. La productividad individual sería enfatizada, mientras que los aspectos de control del gran negocio serían minimizados.
Arquitectónicamente, los edificios serían diseñados basándose en una “arquitectura orgánica”, que reflejaría la individualidad de la población, uno de los objetivos que Wright esperaba alcanzar. Abogó por el uso de materiales más modernos como el vidrio y el acero, que soportan las inclemencias meteorológicas pero permiten que la naturaleza y el hombre entablen una relación dinámica.
Gran parte de los edificios realizados por Wright fueron incluidos en el proyecto Broadacre: la Millard House, la Casa de la Cascada, el Johnson Wax Company Administration Building, la Price Tower o el edificio helicoidal para el Museo Solomon R. Guggenheim, entre otros.
Estos proyectos se agrupan a partir de las funciones para las que fueron concebidos: “edificios para el trabajo” en los que se replantean los espacios donde se desarrolla el trabajo moderno; “edificios para el comercio” entre los que se incluyen, tiendas, bancos, estaciones de servicio, garajes y mercados al aire libre; “edificios conmemorativos y de culto” diseñados como espacios de congregación y fuentes de espiritualidad para la comunidad; “edificios para la enseñanza” escuelas y universidades abiertas a la naturaleza con espacios que permitieran el desarrollo de la creatividad; “edificios para las artes” entre los que se encuentran teatros, museos y construcciones polivalentes que permiten la celebración de distintas manifestaciones artísticas; “edificios para el ocio” planeados para aprovechar las ventajas que ofrecía el entorno natural, “edificios para la comunidad” donde se concentran los servicios ciudadanos necesarios para el autogobierno local de las poblaciones; “edificios de viviendas individuales” en los que procuró armonizar el diseño y los materiales con el entorno en el que estaban situados; y “edificios de viviendas colectivas” entre los que están representados algunos de los bloques de apartamentos que Wright situaba preferentemente en espacios abiertos al paisaje y hoteles para alojamientos temporales.



Wright caracterizó Broadacre City como ciudad viviente, que se encuentra cambiando y evolucionando constantemente. Llena de ejemplos de su propia arquitectura y declaraciones de principios, es concebida para corroborar su ideal de arquitectura orgánica, cuyo objetivo es sostener el principio de libertad personal. Es a su ideal de república capitalista orgánica al que Wright llama Broadacre City: la ciudad que es una nación basada en el sentido común.



[NOTA: faltan las imágenes que se colocarán intercaladas con el texto. Faltan también el vídeo de la ciudad viviente y el audio del guggenheim]

otras fotos para tu tema lucia:


Mile High



Como hemos descrito antes, Wright creó un nuevo modelo de ciudad, la cual se extiende sobre la superficie terrestre. Además de esta tipología de ciudad, ideó una nueva forma de entenderla y construirla. Esta es la ciudad vertical, ya pensada por Le Corbusier. Esta se organizaba en un rascacielos dentro del cual existirían estancias que satisfarían todas las necesidades del hombre. De ahí surgió la torre Mile High Illinois, en Chicago, que nunca fue construida.







Cuando a Wright le pidieron que diseñara una hipotética torre de televisión de una milla (1.609 m) de altura, decidió convertir una simple antena en un edificio y propuso una estructura de 528 pisos que albergaría todas las oficinas gubernamentales del Estado de Illinois y en el que se fusionarían las funciones y actividades comerciales, gubernamentales y cívicas.
La fachada se va estrechando a medida que el edificio gana altura y las cabinas de los ascensores son exteriores de manera que las personas que suben hasta el último piso puedan contemplar el paisaje, un viaje diseñado para que dure tan sólo sesenta segundos.






Teniendo en cuenta el rechazo que Wright sentía por las ciudades densamente pobladas, puede parecer extraño que el arquitecto hubiera aceptado un proyecto que consistía en diseñar un enorme rascacielos. Pero se planteaba la idea como “un paso necesario” para la descentralización que supondría su plan de Broadacre City.






Según él mismo explicó, “La Mile High absorbería, justificaría y legitimaría el instinto gregario de la humanidad […] eliminando lo que aún subsiste del urbanismo”. Las personas que trabajen en Mile High estarán rodeadas de espacios verdes en lugar de la típica acumulación de torres y no sufrirán las consecuencias de la masificación, la contaminación y el tráfico, ya que los automóviles y los helicópteros los trasladarán fácilmente a la naturaleza.



El coloso de Wright, que refleja el afán por construir edificios cada vez más altos, ambición tan antigua como la torre de Babel, sigue siendo un reto para los arquitectos que se plantean la construcción de elevados edificios en entornos urbanos.


http://www.youtube.com/watch?v=vYwLQcWnVyY&feature=player_embedded#



Como se puede apreciar en el vídeo anterior, la torre Burj, actualmente el edificio más alto del mundo (818 m.), se asemeja al Mile High. Tanto en la concepción del edificio, que incluye viviendas, centros comerciales, hoteles y centros de entretenimiento; como en la forma de aguja, la cual Wright consideraba la mas estable. Así mismo, el edificio Burj contiene elementos que el arquitecto había proyectado en el Mile, como ascensores atómicos, o un entorno de parques y agua.






Chicago



En 1909, Daniel Burnhman diseñó un plan para Chicago que organizaba la ciudad de forma retícular. Esta reticula era más compacta en el centro de negocios y se expandía en la dirección de la vías del tren de radialmente. A medida que se alejada, la retícula se hacía más fluida y albergaba barrios residenciales lejos de la actividad financiera.
leed esto a ver que os parece.. es que tiene cosas interesantes porque compara con Broadacre...

http://www.guggenheim-bilbao.es/microsites/frank_lloyd_wright/secciones/frank_lloyd_wright/proyectos_seleccionados/la_ciudad_viviente.php?idioma=es

Influencias



Frank Lloyd Wright (1867–1959) nació en el Wisconsin rural en 1867.
Con diecinueve años, Wright dejó la Universidad de Wisconsin al cabo de tan sólo dos trimestres y se trasladó a Chicago en busca de trabajo en el mundo de la arquitectura. En pocos meses, fue contratado por la firma Adler y Sullivan, donde trabajó durante seis años como jefe de delineantes para Louis Sullivan. En 1893, tras un altercado con éste, Wright abrió su propio estudio.


En una década, había transformado el diseño residencial americano, creando lo que llegó a conocerse como “estilo Pradera”. Se alejó decididamente de los modelos europeos que habían marcado tendencias hasta entonces y, para ello, redujo las alturas totales y deshizo las habituales estancias victorianas con forma de caja eliminando tabiques interiores innecesarios e introduciendo espacios interiores abiertos y paredes de vidrio artístico que bautizó como “mamparas".

A finales de 1909 se marchó a Europa. Tras su vuelta a Estados Unidos en 1911, Wright comenzó a construir Taliesin, cerca de Spring Green, Wisconsin. Más tarde, abandonó la casa durante una década para partir a Japón y California atendiendo importantes encargos arquitectónicos.



Tras su regreso de Japón en 1922, los siguientes doce años de la vida de Wright supusieron un reto tanto personal como profesional pero resultaron catastróficos desde el punto de vista económico. Pero aunque sólo un puñado de proyectos llegaron a realizarse, fue una época de gran innovación en el diseño por parte del Wright, que combinó una experimentación innovadora con nuevas tecnologías y geometrías insólitas.

A lo largo de su extensa carrera, Wright creó cientos de edificios gubernamentales y comerciales, hoteles, torres de apartamentos, complejos recreativos, centros religiosos, residencias para gente adinerada y para personas con ingresos más modestos, obras decorativas, piezas de mobiliario e iluminación, piezas textiles y vidrio artístico. Su prolífica obra compartía una característica: la perfecta integración de la forma y la funcionalidad y una estrecha relación con el mundo natural.

Wright y la nueva Bagdad


Wright muestra su visión ideal de la ciudad y el medio urbano por medio de sus proyectos urbanísticos, como la nunca construida Living City, en la que arquitectura y naturaleza se integran en entornos naturales espaciosos y abiertos. También debemos tener en cuenta el proyecto que Wright llevó a cabo para la ciudad de Bagdad en 1957, uno de los últimos diseños que realizaría.

Durante el mandato del rey Faisal II, la Oficina de Desarrollo iraquí -el organismo público dedicado a la mejora de las infraestructuras, pueblos y ciudades- decidió transformar Bagdad en una urbe comparable a cualquier gran capital. Arquitectos como Le Corbusier, Frank Lloyd Wright, Alvar Aalto o Walter Gropius fueron llamados para trabajar en colaboración con profesionales iraquíes.


En un Irak que acababa de lograr un reparto más equitativo de los beneficios del petróleo (1952) y al que Occidente cortejaba receloso de la Unión Soviética, Faisal II encontró la coyuntura ideal para transformar Bagdad y equipararla a las grandes capitales europeas. Fue así como el rey decidió encargar a Frank Lloyd Wright (1867-1959) el plan de ampliación de la ciudad y convocar varios concursos internacionales para la construcción de diversos edificios e infraestructuras.


Los bocetos de Bagdad muestran la sensibilidad oriental unida a la tecnología occidental. Durante más de 60 años Wright había estudiado las tradiciones arquitectónicas, artísticas y filosóficas de Asia. Muchas de estas ideas influyeron en su concepción del total espacio y de la ciudad. Cuando utilizó el zigurat en su proyecto de Bagdad, fue tras muchos años de experimentar con esa forma para construir círculos, esferas y zigurats en una cascada de formas geométricas. Wright se inspiró, para llevar a cabo este proyecto,en el antiguo mito de Bagdad como el ombligo del universo.
Con su diseño para el edificio central de correos y telégrafos de la ciudad, Wright fusionó arquitectura regional, tradicional e innovación tecnológica. A pesar de incluir aire acondicionado, el arquitecto te propuso reducir el calor mediante métodos pasivos o naturales donde fuera posible (por ejemplo, un patio interior de estilo persa).

Como habían hecho las cultural árabes desde siempre, Wright utilizó el agua como decoración en forma de fuentes y como método de refrigeración.

En esta página viene información sobre Bagdad bastante resumida:
http://upcommons.upc.edu/revistes/bitstream/2099/6899/1/PROYECTO%20PARA%20EL%20GRAN%20BAGDAD_FRANK%20LLOYD%20WRIGHT.pdf

Además en este enlace hay varios archivos de audio sobre difernetes obras de Wright que nos pueden interesar:

Audio

En la página de la exposición del Guggenheim de Bilbao vienen bastante resumido:

La ciudad viviente

Torre de oficinas Mile High

PUNTOS A TRATAR

1. BIOGRAFIA (De donde viene, que ciudades conoce, viajes, influencias)
2. CIUDAD IDEAL vs. CIUDAD REAL (ruptura caja, niega/acepta entorno,...)
3. BROADACRE CITY
4. PLAN PARA EL GRAN BAGDAD
5. TORRE DE OFICINAS "MILE HIGH"
6. ?¿

BROADACRE CITY, 1932-1959

La idea de Broadacre City fue desarrollada en la cumbre de la carrera profesional de Wright y durante sus años de madurez. El primer tratado donde habló de ello fue en Disappearing City (New York: Payson, 1932), la primera revisión se consolidó en When Democracy Builds (Chicago: University of Chicago Press, 1945) y la revisión final fue publicada bajo el título de The Living City (New York: Horizon Press, 1958).

El descontento de Wright con la ciudad surgió durante los años de la Gran Depresión, como resultado del crack de 1929. Vio en la centralización de las ciudades un exceso de construcción que minoraba la calidad de vida. Se burlaba de la idea de que un hombre en su sano juicio eligiese dejar las oportunidades que ofrecía el campo para vivir en los confines de una ciudad superpoblada. Probablemente, su estancia en Los Ángeles agudizó su atención. Allí, los constructores desaprovechaban los espacios abiertos con extensas viviendas, por lo que Wright experimentó en su persona los grandes problemas de tráfico generados por la ratio de automóviles per cápita mas elevada del mundo. Para entonces, ya habría observado el significativo modelo que se aproximaba: el tráfico aumentaba más en las zonas periféricas que en el núcleo central. Fue también testigo de la emigración de los negocios fuera de este núcleo urbano y de los edificios relacionados con el automóvil, como los automercados. En unas conferencias que impartió en la Universidad de Princeton, afirmó que las ciudades tal y como hoy las conocemos dejarían de existir, siendo la actual una etapa previa a la desintegración. Respecto a la densidad, Wright recomendaba un acre de terreno para cada familia. Era el origen de Broadacre City, aunque por entonces no se llamase así. (broad = extenso, amplio; 1 acre= 4 046.85642 m2 ).

Transcurrido casi un año y medio publica The Disappearing City, donde proyecta más detalladamente el tipo de urbe que concebía condenando a las ciudades convencionales. Preveía un modelo más natural, buscando espaciosidad, luminosidad, apertura, amplitud y fuerza. Creía que el éxito del individuo descansa en una mayor libertad de movimiento, sugiriendo esta posibilidad gracias al avance de las telecomunicaciones, las tecnologías, los medios de transporte y las autopistas. Por tanto, estas serían las fuerzas que transformarían la ciudad occidental:

1. electrificación, la anulación de distancia gracias a la comunicación y la iluminación constante de la ocupación humana
2. movilización mecánica, la inmensurable ampliación del contacto humano debida a la invención del avión y del automóvil
3. arquitectura orgánica, creación económica de forma construida y espacio de acuerdo con los principios latentes de la naturaleza
4. radio, telégrafo, teléfono, producción estandarizada de los talleres.

Wright denominó a esta nueva ciudad Broadacre City, porque se basaba en la cantidad mínima de un acre de terreno para cada familia. El gentilicio asociado sería el de “usonianos”, derivado de Usonia, acrónimo de los EE. UU. de Norteamérica. Broadacre City abogaba por la abolición gradual de la distinción entre ciudad y campiña, mediante una distribución más equitativa de la población sobre el terreno.

“Imagine autopistas con espaciosos paisajes… gigantescas carreteras, gran arquitectura por sí mismas, pasando por estaciones de servicio, ya no monstruosidades, expandidas para incluir todo tipo de servicios y confort. Se unen y se separan –separan y unen la serie de unidades diversificadas, granjas, factorías, mercados próximos a la autopista, escuelas para niños, viviendas (cada una en su acre de terreno individualmente adornado y cultivado), lugares para el ocio y la diversión. Todas estas unidades así dispuestas e integradas para que cada ciudadano del futuro disfrute de todos los modos de producción, distribución, desarrollo personal y diversión, dentro de un radio de 150 millas desde su hogar ahora rápida y fácilmente accesible por medio de su coche o avión. Esta totalidad integral compone la gran ciudad que veo abarcando todo este país – la ciudad Broadacre del mañana.” Wright, The Disappearing City, cit., p. 44.

Como se puede ver en la cita, la autopista como agente positivo de la descentralización, se transformó en símbolo e hilo conductor de la libertad humana.

Con todos estos elementos trabajando juntos, Wright supuso que ya no sería necesario establecer rentas mínimas. El individuo trabajaría basándose en lo que quería o le gustaba hacer, porque ya no era totalmente dependiente de las operaciones de otros para alcanzar su propio éxito. Así decidió que sería la verdadera democracia y el verdadero individualismo. Wright insistía en que la democracia no puede llegar a ser una fuerza vital hasta que:

- la tierra sea libre para quienes puedan y elijan usarla para el bien común

- el crédito del pueblo sea suyo, así establecido por su constitución, y su estado financiero, que ellos solos han creado, sea controlado por ellos mismos y usado libremente


Sus expectativas esperaban que las pequeñas oficinas de profesionales se situasen cera de los hogares o incluso dentro de las propias viviendas. Por lo tanto, la vía de intercambio comercial sería de mano a mano… y de granja a familia o familia a fábrica. Los servicios fiscales y públicos se localizarían cerca de los organismos y funciones de los condados.


Con la ayuda económica de su cliente Edgar J. Kaufmann (propietario de unos grandes almacenes) decidió materializar de manera más minuciosa su proyecto. En el invierno de 1934-35, Wright dirigió a sus aprendices en la construcción de una maqueta de Broadacre City en un emplazamiento imaginario. La maqueta principal estaba formada por seis sectores que sumaban seis kilómetros cuadrados de la idealizada ciudad. La primera exposición de la maqueta fue en Nueva York (en el Rockefeller Center, del 15 de abril al 15 de mayo).


Como puede verse en el plano de emplazamiento (apéndice), el terreno genérico que Wright imaginó era esencialmente llano, a excepción de una accidentada zona en la esquina inferior izquierda. Una amplia gama de servicios se extendían con cierta regularidad, ordenados por un trazado ortogonal de carreteras. La arteria principal, a la derecha, la ocupaban trenes monorraíl de alta velocidad en el centro, con tráfico pesado en los carriles inferiores segregado del tráfico automovilístico por arriba. Los “aerotores”, término de Wright para designar una especie de helicópteros que no necesitaba campos de aterrizaje, reemplazarían a los aviones. También diseñó una especie de coches del futuro de dos ruedas


Dentro de esta zona de seis mil kilómetros cuadrados, se ubicarían mil cuatrocientas familias, cada una con una media de cinco miembros. Predominaban las pequeñas granjas, con las viviendas integradas junto a las estructuras de servicios, seguidas muy de cerca por pequeñas fábricas con viviendas en la planta superior. Para Wright eran estas las que integraban la unidad básica de Broadacre City. En esta utopía la propiedad privada de la tierra sería redistribuida, la renta eliminada y cada familia tendría no sólo un acre de terreno sino al menos un automóvil. Se diseñarían nuevos mecanismos de crédito social, eliminando aquellos basados en el interés. La productividad individual sería enfatizada, mientras que minimizados los aspectos de control del gran negocio.

Arquitectónicamente, los edificios serían diseñados basándose en una “arquitectura orgánica”, que reflejaría la individualidad de la población, uno de los objetivos que Wright esperaba alcanzar. Además, abogó por el uso de materiales más modernos como el vidrio y el acero, que soportan las inclemencias meteorológicas pero permiten que la naturaleza y el hombre entablen una relación dinámica. Además, cada uno de los edificios independientemente de la función no serían monstruosidades, sino más bien grupos de pequeñas unidades en un hermoso paisaje ordenado. También abogó por el concepto de hoteles móviles y ciudades-barco que promovían la libertad de movimiento.

Gran parte de los edificios realizados por Wright fueron incluidos en el proyecto Broadacre: Millard House en Pasadena, California, la Kaufmann House o Fallingwater (Casa de la Cascada) en Bear Run (Pennsylvania), el Johnson Wax Company Administration Building en Racine (Wisconsin), la First Unitarian Church en Madison (Wisconsin), el rascacielos Price Tower de Bartlesville (Oklahoma, 1953), el Edificio de Oficinas Larkin de Buffalo (Nueva York), la Casa Robie en Chicago y el edificio helicoidal para el Museo Solomon R. Guggenheim en Nueva York, junto a un centenar de otros proyectos entre los que se incluyen también aquellos que no llegaron a realizarse. Estos proyectos se agrupan a partir de las funciones para las que fueron concebidos: “edificios para el trabajo” en los que se replantean los espacios donde se desarrolla el trabajo moderno; “edificios para el comercio” entre los que se incluyen, tiendas, bancos, estaciones de servicio, garajes y mercados al aire libre, “edificios conmemorativos y de culto” diseñados como espacios de congregación y fuentes de espiritualidad para la comunidad; “edificios para la enseñanza” escuelas y universidades abiertas a la naturaleza con espacios que permitieran el desarrollo de la creatividad; “edificios para las artes” entre los que se encuentran teatros, museos y construcciones polivalentes que permiten la celebración de distintas manifestaciones artísticas; “edificios para el ocio” planeados para aprovechar las ventajas que ofrecía el entorno natural, “edificios para la comunidad” donde se concentran los servicios ciudadanos necesarios para el autogobierno local de las poblaciones; “edificios de viviendas individuales” en los que procuró armonizar el diseño y los materiales con el entorno en el que estaban situados y “edificios de viviendas colectivas” entre los que están representados algunos de los bloques de apartamentos que Wright situaba preferentemente en espacios abiertos al paisaje y hoteles para alojamientos temporales.

Wright definió el proyecto de Broadacre City como un modelo libre, que se definiría a sí mismo dependiendo del terreno así como de las condiciones climáticas y vitales.

Las propuestas de Wright para Broadacre City han sido ampliamente estudiadas, recibiendo duras críticas por parte de unos (Meyer Saphiro, George R. Collins,…) y elogios por parte de otros (Henry Churchil, Lewis Mumford,…). Más recientemente, algunos críticos han encontrado numerosos motivos de alabanza en el proyecto de Wright. Incluso se define como núcleo básico para comprender la madurez profesional del arquitecto. Además, su visión profética ha acertado, con increíble exactitud, en ciertos aspectos de la evolución de la ciudad moderna.

Wright caracterizó Broadacre City como ciudad viviente, que se encuentra cambiando y evolucionando constantemente. Llena de ejemplos de su propia arquitectura y declaraciones de principios, es concebida para corroborar su ideal de arquitectura orgánica, cuyo objetivo es sostener el principio de libertad personal. Es a su ideal de república capitalista orgánica al que Wright llama Broadacre City: la ciudad que es una nación basada en el sentido común.













FRANK LLOYD WRIGHT Y LA CIUDAD VIVIENTE

El trabajo innovador de Wright, que cubrió 7 décadas, ha influenciado a varias generaciones de arquitectos.

La muestra Frank Lloyd Wright y La Ciudad Viviente examina el amplio espectro de sus obras, hasta sus últimas propuestas, incluyendo la progresiva visión de lo que él denominó La Ciudad Viviente: un proyecto de arquitectura orgánica que también incluye el diseño y la planificación urbanística de toda una ciudad, y su íntima relación con el entorno natural.

Frank Lloyd Wright fue un artista cuyas propuestas innovadoras redefinieron el urbanismo del Siglo XX, al orientarse a satisfacer las necesidades del ser humano, siempre en armonía con el paisaje y el entorno circundante.

Frank Lloyd Wright está considerado uno de los grandes maestros de la arquitectura del siglo XX. Este arquitecto estadounidense nació en el año 1867 en Richland Center, Wisconsin. Alternó sus estudios de ingenieria con el trabajo en un despacho de arquitectura como delineante. Más tarde se incorporaría al estudio Adler & Sullivan, donde comenzó su carrera arquitectónica, diseñando edificios de viviendas.

Wright terminó independizandose del estudio donde había comenzado, asociandose a su vez con otro arquitecto durante unos años, hasta que en 1896 abrió su propio despacho de arquitectura en Chicago.

En la primera etapa de su trabajo creó el concepto que le llevaría a producir toda una serie de viviendas conocidas como “viviendas de pradera”. Se trata de casas unifamiliares, fuertemente integradas en su entorno. Las cubiertas sobresalen notablemente de las fachadas y las ventanas forman una secuencia horizontal. El elemento central de las viviendas lo constituye una gran chimenea, alrededor de la cual se disponen las habitaciones.

En estas casas de pradera, y por extensión en el resto de sus obras, Wright creó un nuevo concepto respecto a los espacios interiores de los edificios, los cuales diseña como espacios en los que cada habitación o sala se abre a las demás, consiguiendo una gran transparencia visual, una gran profusión de luz y sensación de amplitud. Huye de los cerramientos sólidos, recurriendo a las divisiones ligeras o los techos de altura diferente para diferencias los distintos espacios.

En 1909, Llloyd Wright inició un periplo europeo, qe le llevó entre otros lugares a Berlín, donde trabajó en algunas publicaciones y expuso su trabajo, lo cual le reportó un gran reconocimiento. Una vez de vuelta en los Estados Unidos, diseñó y construyó una casa para uso propio en Wisconsin, conocida como Taliesin.

Wright abrió un estudio en Tokio, y trabajó junto a Antonin Raymond en el proyecto del Hotel Imperial de dicha ciudad, para el cual desarrolló un nuevo método de construcción resistente a los terremotos. La eficacia de dicho método se vio comprobada tras permanecer el edificio intacto después del terremoto que devastó la ciudad en 1923. Este hotel, sin embargo, fue demolido en los años 60.

Wright escribió un libro sobre planificación urbanística en el que se expone el modelo de una ciudad horizontal que basa su usabilidad en la dependencia del automovil.

Entre sus obras más conocidas están la casa Fallingwater, también conocida como la Casa de la Cascada (foto), en Ohiopile, edificada sobre las rocas justo encima de una cascada. También es muy conocido el museo Guggemheim de Nueva York, en el cual recientemente se han detectado algunos problemas estructurales en su principal seña de identidad, la rampa en espiral que envuelve el atrio del edificio. Otras obras famosas son el Hotel Imperial de Tokio, el edificio Larkin de Chicago, etc…

Otras obras importantes:

- Casa Coonley (Riverside, Illinois)
- Casa Robie, (Oak Park ,Illinois)
- Casa Martín (Búfalo, Nueva York)
- Casa Willitts (Highland Park, Illinois)
- Casa Northome de Francis W. Little (Nueva York)
- Edificio de la Prensa (San Francisco)
- Centro Cívico Marin (San Rafael, California)
- Casa de Frank J. Baker (Witmeth, Illinois)
- Casa de Robert Evans (Longwood, Virginia)
- Centro Educacional Corbin (Wichita, Kansas)
- Auditorio Grady Gammage (Tempe, Arizona)
- Teatro Kalita Humphreys (Dallas, Texas)
- Casa Walker (Carmel, California)
- Edificio Sede Principal de Johnson Wax (Racine, Wisconsin)
- Edificio de National Insurance (Chicago)